Los retratos son una parte, si bien no imprescindible, importante para todo (aprendiz de) fotógrafo. Las técnicas son muchas y muy variadas, donde finalmente cada uno determinará un estilo particular.
En esta ocasión se utilizó una iluminación conocida como "Iluminación de Rembrandt" para tomar las fotos, inspirada en el tipo de iluminación que se observan en muchas obras de este artista, en los cuales la luz parece llegar hasta la persona retratada desde dos ángulos principalmente, una luz principal suave lateral y por encima de los ojos de la persona a retratar de modo que incida con aproximadamente 45º y una luz de reborde, en los casos necesarios, para atenuar las sombras no deseadas.
Después de muchos ensayos, sigo pensando que los retratos son lo más complicado de hacer. ¡Esto de captar el alma de las personas a través del lente es todo un arte!
Seguiremos ensayando...
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